lunes, 17 de octubre de 2011

Sin prejuicios contra el andaluz o cuando un tonto coge un carril

Los alumnos sevillanos aprenden con rigor a contestar las bufonadas de Artur Mas

"Enseño a mis alumnos el respeto a todas las lenguas españolas, incluido el catalán, y el aprecio por todas las modalidades y dialectos, incluido el andaluz", dice Pilar Garrido, profesora de 2º de Bachillerato en el IES Delgado Brackenbury, de Las Cabezas de San Juan. Pero cuando entra en clase y recuerda la ridiculización de hace unos días del presidente de la Generalitat, Artur Mas, sobre el habla "de Sevilla o de Málaga", a cuyos hablantes, aunque hablan castellano, "hay veces que no se les entiende", según dijo el político catalán, la chavalería arremete contra "los catalanes", sin distinción, dolidos en lo más hondo de su condición andaluza, porque intuyen que el insulto no va solo dirigido a ellos, sino a su gente, y porque olvidan tal vez que Cataluña se ha nutrido de miles de andaluces. La profesora lo explica, haciéndose escuchar entre la indignación generalizada, pero intenta dejar las cosas en su sitio, académicamente: "El catalán es una lengua derivada del latín, como el castellano o el gallego, y como éstas también tiene sus modalidades habladas en función de qué lugares", dice. "Debemos sentirnos orgullosos de nuestro acento, y podemos ser cultos ceceando o seseando". Pero muchos chicos disimulan su ceceo cuando intervienen.

El ataque de Mas al acento andaluz se suma a una lamentable lista en los últimos años. En enero de 2009, la entonces diputada catalana del PP Montserrat Nebrera arremetió contra la exministra Magdalena Álvarez, malagueña, al tildar su acento "de chiste". Hace unos meses, el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, calificó a los andaluces de "vagos", lo cual va más allá de su manera de hablar. Pero todo vale. A juicio del candidato del Partido Andalucista por Sevilla al Congreso para las próximas generales, Fernando Álvarez Ossorio, "nada de esto es gratuito", sino que responde a "su estrategia de demostrar que Cataluña necesita un concierto económico como el vasco". "Les interesa ponernos ante su electorado y ante Madrid como unos vagos y unos borrachos", explica el andalucista, para quien, como candidato con dificultades para el próximo 20-N, "insulta quien puede, es decir, quien tiene representación parlamentaria".

"Mas es tonto y Duran i Lleida, zafio", afirma categórico Ossorio, pero añade a continuación, cargado de ironía: "Dicho esto, lo retiro, porque la clase política no debe dar este tipo de espectáculos bochornosos". Pero lo cierto es que el espectáculo está creado y la confusión, también. Porque no deja de haber andaluces a los que las palabras de Mas no les parecen un disparate del todo. "Hay todavía muchos chicos con complejo de inferioridad por sentir que hablan andaluz", sostiene José Domingo Mora, profesor de Bachillerato en el IES Ostippo, de Estepa, "y hay que hacerles ver que los acentos y las hablas del andaluz y de cualquier otra modalidad idiomática no son sino riqueza lingüística de la que sentirse orgullosos". "No hay un habla andaluza, sino muchas, desde Ayamonte al Cabo de Gata", recuerda José Font, profesor de Lengua en el IES Diego Llorente de Los Palacios y Villafranca, "y todas forman parte de la identidad de sus hablantes".

Parece meridianamente claro que Artur Mas no tuvo la suerte de ser educado por algunos de estos profesores, como recuerda el periodista Juanjo Ibáñez, asesor del consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Manuel Recio, en su blog cuando afirma que a Mas "le vamos a responder tranquilamente, con calma, con templanza, pero con la contundecia de Séneca, andaluz, la clarividencia de san Isidoro, andaluz, la armonía de Lorca, andaluz, la pureza de Alberti, andaluz, la inteligencia de Zambrano, andaluza, la sabiduría de Maimónides, andaluz, la belleza de Aleixandre, andaluz, la malafollá de Cano, andaluz, la filosofía de Machado, andaluz y la elegancia de Muñoz Molina, andaluz".

A este último, por cierto, nacido en Úbeda (Jaén) y gran defensor de la modalidad andaluza en todas sus variantes, no se le caen los anillos por ser criticar el estéril chovinismo de nuestra clase política, como apuntaba recientemente en su web: "Donde se pongan los bailes autóctonos que se quiten los libros, más aún en una tierra como Andalucía, donde las autoridades llevan treinta años dedicadas a un proceso riguroso de andalucización".

Entre los jóvenes, abundan cada vez más a los que su identidad andaluza no les supone una losa de tópicos, sino una oportunidad de comunicación más fácil merced a nuestro carácter, en la hora de las globalizaciones. "No soy payo ni moro ni voy a los toros / andaluz / (...) / no soy flamenco ni llevo lunares / ni monto un caballo y lo aparco en la calle...", reza la letra de una canción de un grupo actual, "La peña del bordillo", de El Puerto de Santa María (Cádiz).

Los andaluces, con sus aspiraciones fonéticas y su concepción económica del lenguaje, emprendieron una senda hacia el Nuevo Mundo hace más de 500 años, y su modalidad castellana sobrevivió hasta hoy en las mil y una variedades del español de América, a quienes tan bien se les entiende, pese a lo que diga Artur Mas. Pero ya apunta el refranero andaluz lo del carril que emprenden algunos, y que hay más clases de gente que de melones. Pero sólo para buenos entendedores.

EL PA DENUNCIARÁ LA LESIÓN DEL DERECHO AL HONOR DE LOS ANDALUCES
Fernando Álvarez Ossorio, a la sazón profesor de Derecho Constitucional de la Hispalense, asegura que hay "jurisprudencia que estudiar" con respecto a la agresión del presidente catalán a "todos los andaluces". Se refiere en concreto al caso de la judía Violeta Friedman (Transilvania, 1930-Madrid, 2000), superviviente del campo nazi de exterminio de Auschwitz, que muchos años después, en 1985, tuvo que oír cómo el ex jefe de las SS León Degrelle, residente en Málaga, llegó a negar el Holocausto. Friedman no tardó en emprender acciones judiciales contra el nazi y soportó una larga secuencia de sentencias desfavorables. En 1991, el Tribunal Constitucional de España consideró que Degrelle había atentado no sólo contra el honor de Violeta Friedman sino de todos los judíos que habían sido víctimas de los campos nazis. La sentenció sirvió además para sentar doctrina constitucional y como precedente para la reforma del Código Penal de nuestro país.

El líder andalucista considera que con "las declaraciones gravísimas" de Mas también se daña "el honor de todos los andaluces" y ya ha anunciado que su partido interpondrá una demanda ante el juez de lo Civil por una lesión del derecho al honor de todos los andaluces.

  • Este reportaje, algo resumido, se publica también hoy en El Correo de Andalucía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que pena que haya tan pocos profesores como tu. Una antigua alumna.