sábado, 21 de abril de 2012

Una historia Real sobre los tiros

El Rey dio la cara el 23-F, tras los tiros al techo en el Congreso. Y aquella cara le ha valido 30 años de sostén de una institución tan anacrónica como la suya. Ahora, el 14-M (qué irónicas son las fechas) de 30 años después, es él quien da los tiros (y no al aire ni contra el techo, sino para no fallar dada la envergadura de esos animales) y con estos tiros se carga del tirón su cheque en blanco social. Por eso ha vuelto a dar la cara, para recargar el cheque para otros 30 años en los que el Príncipe habrá de tomar el testigo. Que un monarca pida perdón en un pasillo es un cambio, sin duda. Un cambio gordo para que nada cambie.

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